No encontró el gol, pero encontró a Dios
Ayer | Chase Hilgenbrinck fue una de las grandes promesas del fútbol juvenil estadounidense. Con apenas 17 años, ya vestía la camiseta de las selecciones formativas de su país y proyectaba una carrera ascendente. Sin embargo, años más tarde y con solo 26, tomó una decisión que desconcertó al mundo del deporte: dejó el fútbol profesional para convertirse en sacerdote.